IV
Yo espero verte sonreir
y las lagartijas sueñan
con puertas de plomo.
La noche come limones
al borde de la extinción
y el humo de tu pipa
y el humo de tu pipa
empieza a extinguirse.
Las horas son devoradas
Las horas son devoradas
por el tráfico de Madrid.
Las verdades a medias
Las verdades a medias
se resbalan por las comisuras
de las bocas olor a tabaco.
Recuerdo como hace unas horas
Recuerdo como hace unas horas
prometimos dormir
y, como siempre,
y, como siempre,
no cumplimos el pacto.
Te yergues tranquilo
Te yergues tranquilo
sobre la mañana de barro
y te escondes bajo mis sábanas,
antes de lo que podía esperar.
La mañana ya ha alejado
a más de un bostezo
y tu palidez
me sorprende en la oscuridad.
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