domingo, 28 de julio de 2013

ENTOMOLOGÍA FORENSE


Los periodos más importantes en la descomposición de un cadáver son cuatro:1. Periodo cromático

* En esta fase se instaura la mancha verde en la fosa ilíaca derecha; esto suele suceder a partir de las 24 horas después del fallecimiento.

* Se empieza a ver el entramado venoso por la transformación de la hemoglobina.
2. Periodo enfisematoso

* Aparecen los gases de putrefacción y el cadáver comienza a hincharse.

* Comienza el desprendimiento de la epidermis.
3. Periodo colicuativo

* Los tejidos se transforman en un magma putrilaginoso y desaparece su forma habitual.
4. Periodo de reducción esquelética

* Desaparición de las partes blandas.

Todos estos periodos se encuentran afectados por una serie de factores que retardan o aceleran esta descomposición; se trata de los siguientes:

1) Circunstancias de la muerte

2) Condiciones del cuerpo anteriores a la muerte

3) Temperatura

4) Humedad

5) Tipo de suelo en el que se produce la putrefacción

6) Insectos

7) Otros animales

Debido a la gran dificultad para calcular la tasa de descomposición por el crecimiento bacteriano, existe un gran número de estudios sobre el efecto de los insectos necrófagos en restos humanos encontrados al descubierto.

En los cadáveres se produce una progresión sucesiva de artrópodos que utilizan los restos en descomposición como alimento y como extensión de su hábitat. Esta sucesión de artrópodos es predecible ya que cada estadio de la putrefacción de un cadáver atrae selectivamente a una especie determinada. Aunque el papel de las diferentes especies de artrópodos es variable y no todas participan activamente en la reducción de los restos (Tabla I).

Los diferentes tipos de artrópodos que llegan a un cadáver pueden clasificarse de la siguiente forma:

Especies necrófagas: son las que se alimentan del cuerpo. Incluye dípteros (Calliphoridae y Sarcophagidae) y coleópteros (Silphidae y Dermestidae).

Especies predadoras y parásitas de necrófagos: este es el segundo grupo más significativo del cadáver. Incluye coleópteros como (Silphidae, Staphylinidae e Histeridae), dípteros (Calliphoridae y Stratiomydae) e himenópteros parásitos de las larvas y pupas de dípteros.

Especies omnívoras: se incluyen aquí grupos como las avispas, hormigas y otros coleópteros que se alimentan tanto del cuerpo como de los artrópodos asociados.

Especies accidentales: aquí se incluyen las especies que utilizan el cuerpo como una extensión de su hábitat normal, como por ejemplo Collembola, arañas, ciempiés. Algunas familias de ácaros que pueden alimentarse de hongos y moho que crece en el cuerpo.

Existen dos métodos para determinar el tiempo transcurrido desde la muerte usando la evidencia de los insectos. El primero utiliza la edad de las larvas y la tasa de desarrollo. El segundo método utiliza la sucesión de insectos en la descomposición del cuerpo. Ambos métodos se pueden utilizar por separado o conjuntamente siempre dependiendo del tipo de restos que se estén estudiando. Por lo general, en las primeras fases de la descomposición las estimaciones se basan en el estudio del crecimiento de una o dos especies de insectos, particularmente dípteros, mientras que en las fases más avanzadas se utiliza la composición y grado de crecimiento de la comunidad de artrópodos encontrada en el cuerpo y se compara con patrones conocidos de sucesión de fauna para el hábitat y condiciones más próximas.
Los parámetros médicos son utilizados para determinar el tiempo transcurrido desde la muerte cuando éste es corto, pero después de las 72 horas la entomología forense puede llegar a ser más exacta y con frecuencia es el único método para determinar el intervalo postmortem.

Existen casos de homicidios en que la víctima es trasladada o asesinada en lugares remotos, lo que retrasa su hallazgo. Hay homicidios en los cuales las víctimas tardan meses en ser descubiertas, y en estos casos es muy importante determinar el tiempo transcurrido desde la muerte.

Los insectos son con frecuencia los primeros en llegar a la escena del crimen, y además llegan con una predecible frecuencia.


Fuente: Anderson, 1995.

domingo, 30 de junio de 2013

CANIBALISMO

Bueno, tras la entrada sobre enfermedades mentales, os ofrezco un resumen de los casos más interesantes que he encontrado en la red sobre asesinato y antropofagia. Quizá debería ir pensándome añadir un aviso para menores de edad...

Canibalismo es el acto de comerse a un individuo de la misma especie; la palabra alude a la tribu caniba, habitantes del Caribe que devoraban a sus enemigos. Cuando un ser humano se come a otro se denomina antropofagia.

La antropofagia ha sido practicada con fines rituales, de supervivencia o como un acto criminal. Los asesinos antropófagos han existido en diversos países y en diferentes épocas; por lo general, comen partes del cadáver después de asesinar a alguien.


Los métodos que utilizan son muy variados. Unos mordisquean partes del cuerpo de sus víctimas, arrancándoselas con los dientes; otros cortan trozos de carne y la degluten cruda; algunos más cocinan pedazos completos para comérselos. Muchos de ellos empaquetan y guardan la carne para consumirla en ocasiones posteriores. Hay los que ingieren también las vísceras y los órganos internos.


La antropofagia está relacionada con un deseo de asimilar y poseer al otro. También se le asocia con la fijación oral y la sexualidad bucogenital, ya que muchos asesinos prefieren comerse los órganos sexuales.


En una variante de la antropofagia, las víctimas permanecen vivas mientras son devoradas, e inclusive pueden comerse partes de su propio cuerpo, por voluntad propia u obligadas por sus captores.


Este tipo de asesinos se distinguen por su habilidad para desmembrar cuerpos humanos. Esto provoca que algunos investigadores aseguren que se trata de asesinos con ciertos conocimientos anatómicos, probablemente médicos o carniceros. 

CASOS EMBLEMÁTICOS:

Sawney Beane “El Caníbal de los Colinas”

1575, Edimburgo (Escocia): Sawney Beane “El Caníbal de los Colinas”, líder y patriarca de una familia de antropófagos, acecha, rapta, asesina y devora a cientos de viajeros que transitan cerca de la caverna donde vive, a lo largo de 25 años. Es capturado por soldados enviados por el rey, junto con veintiséis miembros de su clan. Los hombres son torturados y desmembrados en público; las mujeres son quemadas vivas.

Karl Grossman “El Carnicero de Silesia”

1918, Silesia (Alemania): Karl Grossman “El Carnicero de Silesia”, un mendigo con antecedentes penales por abusar sexualmente de niños, viola y asesina a más de 50 mujeres para después descuartizarlas en el cuarto donde vive. Vende la carne de sus víctimas en el mercado negro, cerca de la estación de trenes. Es arrestado en 1921, cuando los vecinos se quejan por los constantes gritos que provienen de su vivienda. La policía encuentra un cadáver y pedazos de más víctimas. Sentenciado a muerte, se ahorca en su celda.


Fritz Hartmann “El Carnicero de Hannover”


1918-1924, Hannover (Alemania): Fritz Hartmann “El Carnicero de Hannover”, junto con su amante Hans Grans, secuestran y violan a docenas de jóvenes. Luego les cortan la garganta, beben su sangre y esperan a que mueran para destazarlos y venderlos en el mercado. Los huesos los tiran en el parque Herrenhausen. Cuando la policía los descubre, encuentran las cabezas podridas de incontables personas sepultadas en el jardín. Hartmann y Grans son condenados a muerte.


Yoshio Tachibana

1944 (Japón): Yoshio Tachibana mata y come a varios soldados estadounidenses, junto con otros 11 militares japoneses, durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente es juzgado y condenado.

Trinidad Ruiz Mares “La Tamalera”

1971, Ciudad de México (México): Trinidad Ruiz Mares “La Tamalera” asesina a su esposo y después lo despedaza; el motivo es el maltrato físico y psicológico, al cual él la somete de manera cotidiana. Con sus restos cocina tamales, un alimento a base de maíz con relleno de carne y salsa. Lo vende en un puesto del mercado. Cuando es detenida, la policía encuentra la cabeza de la víctima en una cubeta. Es sentenciada a 40 años de prisión.

Issei Sagawa “El Caníbal del Bosque de Boulogne”


1981, París (Francia): Issei Sagawa “El Caníbal del Bosque de Boulogne”, asesina con un disparo a la joven estudiante holandesa Renée Hartevelt, de 25 años de edad. Luego viola su cadáver, lo descuartiza y se come varias partes, entre ellas el clítoris, los pezones y las nalgas. Guarda bolsas con pedazos de carne en su refrigerador. Es capturado cuando trata de deshacerse de los restos. Juzgado y condenado en Francia, se le extradita a Japón, donde es liberado. Posteriormente se dedica a pintar, escribir, conceder entrevistas y realizar películas pornográficas, donde recrea su crimen.

Martina Zimmerman

1984, Moenchengladbach (Alemania): Martina Zimmerman, una mujer de 28 años de edad con dos hijos, aficionada al ocultismo y la pornografía, mata y descuartiza a su amante, el peluquero Hans Wirtz, durante un ritual sexual en la bañera. Después se dedica a cocinar y comer su carne en varios platillos. Guarda la cabeza en el congelador y en las noches realiza prácticas sexuales con ella. También la coloca en una almohada para dormir en su compañía. Descubierta por la policía, confiesa su crimen y narra los escabrosos detalles. Es sentenciada a 8 años de prisión y después liberada.

Dorángel Vargas “El Comegente”

1998-1999, San Cristobal (Venezuela): Dorángel Vargas “El Comegente” mata y se come a 10 personas, a quienes caza en las márgenes del río Torbes. Vargas consume los torsos y entierra las manos, pies y cabeza de sus víctimas. Guarda las vísceras en conserva para comerlas después. La policía encuentra su casa llena de frascos con restos humanos en salmuera.

Armin Meiwes “El Caníbal de Rothenburg”

2001, Rothenburg (Alemania): Armin Meiwes “El Caníbal de Rothenburg”, solicita a través de Internet a una víctima para devorarla. A su llamado responde un ingeniero, Bernd Jürgen Brandes, un hombre ansioso de ser comido. Meiwes le amputa el pene, lo cocina y ambos lo comen. Luego mata a Brandes, lo descuartiza e ingiere, guardando la mayor parte de la carne en bolsas que coloca en su frigorífico. Meiwes graba todo el proceso en video. Durante varios días se alimenta con carne humana. Es capturado cuando la carne se le termina y empieza a buscar otro voluntario a través de Internet; tras un largo juicio, se le condena a cadena perpetua.

Shen Changyin y Shen Changping

2003-2004 (China): Shen Changyin y Shen Changping, dos hermanos, contratan prostitutas a quienes después asesinan para comerse los cadáveres. Matan a 12 mujeres. Son capturados y sentenciados a muerte.

Barbora Skrlová “La Devoradora de Niños”

2007, Kurim (Checoslovaquia): Klara Mauerová, Katerina Mauerová y Barbora Skrlová “Las Devoradoras de Niños”, enjaulan a los 2 hijos de Klara. Durante un año se dedican a arrancarles trozos de carne de las piernas, brazos y torso, los cuales se comen crudos o fritos, delante de ellos. Son capturadas gracias a la intervención de un vecino que descubre el sangriento ritual por medio de una cámara de vigilancia para bebés.

Bibliografía: Monstruos entre nosotros. Historia y tipología de los asesinos, de Carlos Manuel Cruz Meza.

miércoles, 19 de junio de 2013

ENFERMEDADES MENTALES RARAS


Señores, como hace mucho que no subo una entrada, me apetecía hacer un pequeño esfuerzo de investigación y reunir algunas enfermedades mentales raras. Aquí os paso el resumen de en qué consisten algunas de las que he encontrado navegando por la red. 



Síndrome de Amok. 

Consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada corra locamente armada con un cuchillo (que también puede ser un arma de fuego o una granada) y ataque, hiera o mate indiscriminadamente a los hombres y animales que aparezcan a su paso, hasta que el sujeto es inmovilizado, queda amnésico o se suicida. El nombre viene de la palabra malaya meng-âmok, que significa “atacar y matar con ira ciega”, pues fue allí donde fue observado este fenómeno por primera vez.Generalmente se da en contextos culturales específicos donde aún existe un fuerte componente mágico, es por ello que existen patologías similares con algunas variaciones como son la Grisi Siknis o "locura de la selva" de América Central, el Chakore panameño, el Latah del Sudeste Asiático, el Pibloktoq o "histéria ártica", el Berserk escandinavo, o el iich’ aa entre los indios navajos.

  

Síndrome de Capgras.
El delirio de Capgras es un raro trastorno en el que una persona tiene la creencia ilusoria de que un conocido, generalmente el cónyuge u otro miembro cercano de la familia, ha sido sustituido por un impostor idéntico pero que es un extraño. Debe su nombre a Jean Marie Joseph Capgras, el psiquiatra francés que la definió en 1923.

Síndrome de Fregoli.
Es la condición contraria al mal de Capgras. Es un trastorno en que una persona cree percibir que las diferentes personas son en realidad una sola persona que cambia de apariencia o está disfrazada. Quienes lo padecen se angustian porque se sienten acosados y perseguidos por esta "persona única" que toma distintos roles. El nombre viene del actor italiano Leopoldo Fregoli, que era conocido por su habilidad para hacer cambios rápidos de apariencia mientras estaba actuando.

Prosopagnosia. 
Es una enfermedad donde todas las caras que se ven son las mismas porque se hace imposible asociarlas a cada persona. Incluso si el afectado se ve en un espejo, tampoco se reconoce a sí mismo. Para poder identificar a los seres queridos, los enfermos de prosopagnosia se concentran en otras claves visuales, como el cabello, la voz, la forma del cuerpo, el olor u otros detalles distintivos.


Trastorno psicótico compartido o folie à deux.

La "locura compartida por dos" es un raro síndrome psiquiátrico en el que un síntoma de psicosis (particularmente una creencia paranoica o delirante) es transmitida de un individuo a otro. El mismo síndrome compartido por más de dos personas puede llamarse folie à trois, folie à quatre, folie à famille o incluso folie à plusieurs (locura de muchos). Existió el caso de una mujer que comenzó a ver insectos que se le subían por el cuerpo y estaban por toda su casa. Con el tiempo, su esposo también comenzó a verlos, pero cuando su médico les pidió que recogieran algunos y los llevaran al consultorio, la pareja se apareció con un frasco de vidrio lleno de cabellos, hilos y migas de pan. Una vez que el esposo fue separado de su mujer, dejó de ver los insectos.



Síndrome de Cotard. 

Es un trastorno psicopatólogico muy poco frecuente en que una persona cree que él o ella está muerta, no existe, está en descomposición o ha perdido su sangre u órganos internos. En raras ocasiones, puede incluir ideas delirantes de inmortalidad. Frases como "Mi cerebro se ha podrido", "he perdido parte de las víceras", o "estoy muerto" son repetidas por quienes padecen de esta patología. Conocido también como el mal del cadáver ambulante, se trata principalmente de pacientes depresivos melancólicos que en un momento dado comienzan a creer que dejaron de existir. Debe su nombre a Jules Cotard, el neurólogo francés que describió la condición por primera vez el 1880.


Síndrome de la Mano Ajena.
Es una patología en la que el sujeto tiene la sensación que una de sus manos opera por sí sola, como si obedeciera a una fuerza desconocida. Muchas veces la mano trata de incomodarle, se enfrenta a su otra mano, o realiza maniobras complejas.Lo que sucede en realidad es que está alterada la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales debido a alguna cirugía, golpes o infecciones en la cabeza. Uno de los casos más curiosos de ésta patología afectó a un hombre de 73 años cuya mano cobraba vida y empezaba a masturbarlo sin poderla reprimir.

Apotemnofilia. 
Se trata de una enfermedad psiquiátrica en la que el individuo siente un deseo irreprimible de amputarse una o varias extremidades porque no las considera parte de su cuerpo. Los afectados narran que sienten envidia cuando ven una persona amputada, incluso se han documentado casos de individuos que se han dejado atropellar por un tren o se han autolesionado provocándose heridas tan graves en sus extremidades que los médicos han tenido que amputarlas. Al tratarse de un trastorno de identidad de la integridad corporal, también puede existir el deseo de querer ser sordo, invidente, paralítico y, en algunos casos, utilizan muletas o sillas de ruedas para fingir que son discapacitados.

Amnesia extrema.
Se trata de un padecimiento que llega a ser desesperante tanto para quien lo sufre, como para quienes están a su alrededor, ya que se caracteriza por poder retener en la memoria sólo lo que pasó hace pocos segundos, olvidando el resto del pasado. Esto significa que a cada instante se descubre lo mismo una y otra vez. Tal vez el caso más célebre es el del músico británico Clive Wearing que sólo recuerda 7 segundos de su vida previa.

Síndrome del Huésped Fantasma.
La persona que sufra este trastorno, pensará que su casa está ocupada por alguien que de alguna forma, consigue ocultarse para no dejarse ver. Aún así, el enfermo tendrá la idea delirante de que detecta a su curioso ocupante, ya sea viendo su reflejo en un espejo, escuchando el televisor encendido.


Psicosis Wendigo o Wíndigo.

Se refiere a una condición mental donde la persona afligida desarrolla un apetito insaciable por comer carne humana incluso cuando hay otros alimentos a su disposición, es producido tras haber practicado el canibalismo en situaciones de estrés donde no hay alimentos. Esta psicosis es identificada como un síndrome de cultura determinada, el cual es una combinación de síntomas psicosomáticos y psiquiátricos que pertenecen a una enfermedad reconocible sólo en una sociedad o cultura. En muchos casos los sujetos afectados por este trastorno son ejecutados antes de que puedan causar daño al resto de la comunidad, sus comportamientos están caracterizados por actos violentos y la perdida de capacidad para socializar con las personas que lo rodean. El conflicto moral en este caso radica en el hecho de que el Wendigo fue una persona, quien por padecer de hambruna recurrió al canibalismo para sobrevivir, aunque en muchas ocasiones la persona que sobrevive por este medio sufre de culpa y remordimiento, prefiriendo ser ejecutado por su crimen a vivir con ello y seguir haciéndolo.



Síndrome de Münchhausen. 

Se caracteriza por inventarse y fingir dolencias (o incluso provocárselas a sí mismo, mediante la ingesta de medicamentos o mediante autolesiones) para llamar la atención de los médicos, y ser tratado como un enfermo. Tal vez la variante más peligrosa sea el "Síndrome de Munchausen por poderes" donde una madre puede simular síntomas de enfermedad en su hijo añadiendo sangre a su orina o heces, dejando de alimentarlo, falsificando fiebres, administrándole secretamente fármacos que le produzcan vómito o diarrea o empleando otros trucos como infectar las vías intravenosas (a través de una vena) para que el niño aparente o en realidad resulte enfermo. Además la mujer se presenta como muy colaboradora con el personal médico y como una persona dedicada y abnegada en el cuidado de su hijo.


Amafufunyana.
Este es un desorden descrito entre los Xhosas y Zulús. Quienes sufren este mal dicen escuchar voces que provienen de sus propios estómagos. Esas voces hablan en otras lenguas y en un tono incluso agresivo. Los afectados pueden incluso cometer suicidio. Las personas creen que se produce producto de un embrujo donde se le ha dado secretamente a la victima una poción hecha a base de hormigas que se han estado comiendo un cadáver enterrado. Se dice que hubo un caso que afectó a 400 niños de una escuela, a quienes se les hinchó el vientre y mostraron una conducta extraña: Corrían sin control con los ojos en blanco y haciendo ruido y golpeando todo a su paso. Uno de los profesores informó que al apretar las barrigas de los niños se podían oír claramente voces zulúes diciendo que estaban en posesión de los estudiantes.

jueves, 21 de febrero de 2013

NECROFILIA REGRESIVA. Pautas sexuales de los asesinos en serie.



Hoy me gustaría compartir las enseñanzas del psicólogo forense Robert K. Ressler en cuanto a lo referido a las razones que explican los impulsos homicidas de los asesinos en serie. Estos fragmentos han sido extraídos de su libro "Dentro del monstruo". 


"Sólo la locura, pensaba la gente en los años veinte, podía explicar un comportamiento como el del asesino en serie norteamericano Albert Fish, que mató y devoró parte de los cuerpos de entre ocho y quince niños, el italiano Vincente Verzeni, que entre 1867 y 1871 asesinó a varias jóvenes y luego se bebió su sangre. El eminente "mentalista" Richard Krafft-Ebing examinó a Verzeni y dictaminó que estaba cuerdo a pesar de sus hábitos excesivamente particulares. Lo más importante que hizo Kraft-Ebing respecto a Verzeni fue clarificar el importante componente sexual de sus crímenes. Lo describió así: "Tan pronto como sujetaba a la víctima por el cuello, experimentaba una excitación sexual. Le daba exactamente igual que las mujeres fueran viejas o jóvenes, feas o hermosas, para sentirse excitado. Por lo general, le satisfacía el simple hecho de presionarles la garganta y las dejaba vivir; en los dos casos de asesinato, la satisfacción sexual se demoró en llegar y siguió apretando hasta que murieron. Este acto de estrangulamiento le proporcionó una gratificación superior a la de una masturbación".


Los asesinatos de Jack el Destripador, aunque no incluían el coito, eran también sexuales, puesto que el arma homicida era un cuchillo y la acometida con el cuchillo en el cuerpo sustituía a la acometida del pene. La mayoría de los policías y psiquiatras no han comprendido la trascendencia psicológica del uso del cuchillo o de otros objetos extraños. A esta práctica la he denominado "necrofilia regresiva", término que ha sido aceptado en los círculos profesionales de criminología. En la mayor parte de los asesinatos en serie, entonces y ahora, el arma predilecta ha sido el cuchillo, seguido por el método de estrangulación y, en tercer lugar, la asfixia. Los asesinos en serie no suelen utilizar pistolas ya que éstas matan a distancia y ellos buscan la satisfacción personal de matar con las propias manos. (...) Puesto que la satisfacción que se obtiene de tales crímenes es sexual, siempre existe la probabilidad de que el agresor ataque de nuevo, pues el impulso sexual persiste después del hecho. (...) Es importante destacar que el componente sexual de estos asesinatos no está relacionado con una sexualidad normal sino que engloba un amplio espectro de satisfacciones perversas de carácter sexual. La venganza, la expresión de poder y la dominación son elementos que están presentes, entre otros similares, en el acto de matar, así como la necesidad de humillar sexualmente a la víctima e incluso de degradarla a una categoría inferior a la de objeto. Cuando los asesinos agreden o mutilan un cuerpo, están expresando su deseo de despojarle de todo vestigio de humanidad. En muchas ocasiones, al ser detenidos, expresan su propia sorpresa de que la sociedad se preocupe tanto por sus víctimas, por las que ellos no tienen más que desprecio".